El Control de la humedad es fundamental en el funcionamiento apropiado de cualquier edificación.
El control de la humedad es importante para proteger a los ocupantes de efectos adversos a la salud y para proteger la edificación, sus sistemas mecánicos y sus contenidos de daños físicos o químicos. Sin embargo, los problemas de humedad son tan comunes en las edificaciones que muchas personas los consideran inevitables.
La acumulación excesiva de la humedad castiga edificaciones por todos los Estados Unidos Y Centro america,
desde las regiones tropicales de Hawái hasta las regiones árticas de Alaska y desde la cálida y húmeda Costa del Golfo hasta el ardiente y seco Desierto de Sonora. Entre 1994 y 1998, el estudio de la Encuesta de Evaluación y
Valoración de Edificaciones [Building Assessment Survey and Evaluation (BASE)] de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA)
colectó información sobre la calidad del aire interior en 100 edificios de oficinas públicas y privadas escogidos al azar en las 10 zonas climáticas de los Estados Unidos. El estudio BASE encontró que el 85 por ciento de los edificios habían sido dañados por agua en algún momento y que el 45 por ciento tenía fugas o goteras en el momento que se recogían los datos
La humedad causa problemas a los propietarios de las edificaciones, al personal de mantenimiento y a sus ocupantes. Muchos de los problemas comunes de humedad pueden ser rastreados a malas decisiones en el diseño, la construcción o el mantenimiento. La American Society of Heating, Refrigerating and Air Conditioning Engineers (ASHRAE) hace notar que, en muchas ocasiones, los problemas más serios son causados por decisiones hechas por miembros de cualquiera de varias profesiones Sin embargo, estos problemas pueden ser evitados con técnicas que están basadas en un entendimiento sólido de cómo se comporta el agua en las edificaciones. El control de la humedad consiste en:
- • Prevenir la entrada de agua y la condensación en áreas de la edificación que deben conservarse secas.
- • Limitar las áreas de la edificación que rutinariamente están mojadas por su uso (por ejemplo, cuartos de baño, tinas de hidromasaje, cocinas y cuartos de limpieza) y secándolas cuando se mojen.
Para tener éxito, el control de la humedad no requiere que todo deba mantenerse completamente seco.
El control de la humedad es el adecuado siempre y cuando los materiales vulnerables sean mantenidos suficientemente secos para evitar problemas.
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Esto significa que la edificación debe estar diseñada, construida y operada de manera que los materiales vulnerables no se mojen.
Lo que también significa que cuando los materiales se mojen, la edificación tiene que ser controlada de manera que los materiales ligeramente mojados se sequen rápidamente.